Los cruentos combates entre narcos, aunados a los constantes ataques de caciques locales, obligan a la gente a huir. En ese contexto, la gobernadora panista Maru Campos decidió recortar la ayuda a desplazados y a pueblos indígenas.
Una semana después de las elecciones estatales del pasado 6 de junio se desató la guerra en el Triángulo Dorado: un nuevo cártel entró a la zona, del lado de esta entidad, y desde entonces no ha cesado el desplazamiento forzado de pobladores de comunidades mestizas y de las etnias rarámuri y ódami.
En plena transición del gobierno de Javier Corral Jurado al de María Eugenia Campos Galván, centenares de personas dejaron sus casas, ganado y parcelas en comunidades acechadas por caciques o grupos delictivos que luchan por el control del territorio.
El grupo que irrumpió se presenta como “Nuevo Cártel Jalisco Nueva Generación” (CJNG), que presuntamente llegó de la mano con el Nuevo Cártel de Juárez (NCDJ). Hombres armados llegaron de manera paralela a rancherías y poblados. La gente asegura que son del NCDJ, que tenía años sin regresar al municipio de Guadalupe y Calvo.
Habitantes de diferentes localidades, consultados por Proceso, se extrañan de la reaparición de retenes de civiles armados en la carretera, porque desde hace unos cuatro años, cuando expulsaron a Los Pintos, no eran tan notorios.
En la parte más cercana del Triángulo Dorado, en el municipio de Guadalupe y Calvo, aproximadamente desde 2012 sembró el terror un grupo del Cártel de Sinaloa llamado Los Pintos, en referencia a su jefe, Héctor Román Angulo, El Pinto. Hace unos cuatro años logró sacarlo del territorio otro grupo local conocido como Los Azules, presuntamente liderado por Ruperto Salgueiro Nevárez, unos de los hombres más buscados por la DEA, y por sus hermanos, alineados a una facción del Cártel de Sinaloa.
Desde que Los Azules tomaron control de la zona, algunos de sus integrantes se incorporaron a los cuerpos de seguridad locales y los pobladores les dicen “policholos”.
El 15 de junio, casi una semana después del triunfo de la panista María Eugenia Campos, se registró el primer enfrentamiento en la seccional de Dolores. Los pobladores hablaron de seis muertos del CJNG y un familiar de los Salgueiro herido, por lo que el grupo local se preparó para la guerra. El 16 de julio se reportaron otros dos hombres muertos y dos heridos en San José del Rincón, del mismo municipio.
Por ese tiempo Proceso recorrió la zona, donde se registró un alto número de incendios, algunos provocados intencionalmente y otros por las altas temperaturas.
FUENTE: Proceso
Más historias
Crisis de credibilidad: el Sindicato Alberto Juárez Blancas pierde fuerza en AUMA Chihuahua
Alexander Castillo Se Cuela la Medalla de las Gestiones de CTM
La Inquietante Ausencia de Greco en los Grupos de WhatsApp