La denuncia de una cliente de la posada «La Chihuahua» -situada en el balneario nudista de Punta del Este– activó una investigación contra la empresario Adriana Barca Irigaray, informa Maldonado Noticias.
La investigación denominada «Operación Jano» probó que Barca había usado los datos de la tarjeta de crédito de la cliente para maniobras irregulares. Las cuentas llegaron a la factura de la denunciante y el rastro llevó a la Policía hasta la posada puntaesteña.
La denuncia se había presentado a fines de marzo. En coincidencia, la Policía relacionó la estafa con un hecho ocurrido en la misma posada quince días antes: una persona que estuvo en la posada terminó internada por una aparente intoxicación.
La victima, un hombre de 57 años, denunció que le desaparecieron 21.000 dólares de sus pertenencias luego de desvanecerse mientras almorzaba con Adriana Barca. La única explicación que encontró es que su anfitriona le haya puesto algún tipo de droga a la copa de vino.
En un allanamiento se detuvo a Barca Irigaray y a su pareja, Yonathan Gularte, a instancias del Fiscal Letrado de 1er. Turno de Maldonado, Sebastián Robles.
En los últimos días la causa avanzó a partir del hallazgo de nuevas pruebas. En coordinación con la Policía de Florida, se concretó otro allanamiento en aquella ciudad donde se incautó variada documentación que fue agregada a la prueba.
Finalmente, la pareja fue llevada ante el Juez Penal de 4° Turno de Maldonado que le imputó la autoría de varios delitos.
Adriana De Lourdes Barca Irigaray, fue condenada a una pena combinada de 10 meses de prisión efectiva y otros 16 de libertad vigilada, como autora de un delito de hurto agravado, en reiteración real, con reiterados delitos de estafa, uno de ellos en grado de tentativa.
Barca era recordada por el asesinato de su marido, un hecho ocurrido en 2013 en una finca de Portezuelo. La mujer lo mató de varios culatazos con una escopeta argumentando que era víctima de violencia doméstica.
Cuando salga de prisión, durante los siguientes 16 meses tendrá que presentarse una vez por semana ante la dependencia policial más cercana a su casa, y los primeros 6, cumplir arresto domiciliario nocturno.
Por su parte, Yonathan Gularte Hernández, fue condenado a 8 meses de prisión, como autor de un delito de receptación.
Este hombre tiene varios antecedentes penales. Un dato curioso es que uno de esos antecedentes penales es por hurto de la posada «La Chihuahua», propiedad de su actual pareja.
Gularte trabajaba en la posada. La Justicia le imputó violencia privada en reiteración real y hurto.
Tras protagonizar un incidente, fue denunciado por el robo de US$ 3.000, una bomba de agua y herramientas varias, así como una cadena de oro.
Por este caso fue denunciado el 1° de marzo de 2018, y terminó condenado a 12 meses de libertad vigilada. Tenía además antecedentes por desacato y denuncias por violencia familiar por parte de una pareja anterior.
FUENTE: Subrayado
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