Policías heridos lograron abatir a presuntos sicarios tras enfrentamiento armado en Urique, Chihuahua

Aunque no se dio a conocer la célula criminal de la que formaban parte los sicarios abatidos, cabe precisar que la zona de La Mesa de Arturo se encuentra a menos de media hora de distancia de la comunidad de Cerocahui, también en el municipio de Urique, donde se ha detectado la presencia del Cártel de Sinaloa.

Según informes de inteligencia, en dicho lugar solía operar José Noriel, alias El Chueco, considerado como el líder del grupo delicitivo Gente Nueva (identificado como el brazo armado del Cártel de Sinaloa en Chihuahua). Este sujeto fue el responsable del asesinato de cuatro personas -incluidos dos sacerdotes jesuitas y un guía de turismo- en junio del año pasado.

El mismo día en que se registró el enfrentamiento en La Mesa de Arturo, el secretario de Seguridad Pública Estatal, Gilberto Loya Chávez, no descartó la posibilidad de que El Chueco siguiera en Chihuahua. Ante medios de comunicación locales, el funcionario aseguró que las investigaciones en torno a Javier Campos y Joaquín Mora -los sacerdotes asesinados- siguen vigentes, por lo que hizo un llamado a la ciudadanía de reportar cualquier tipo de información que pudiera llevar a su paradero.

La Fiscalía estatal informó que un grupo de sujetos agredió con armas de fuego a elementos de la SSP mientras recorrían la zona conocida como La Mesa de Arturo

El estado de Chihuahua volvió a ser el escenario de un enfrentamiento armado entre presuntos miembros de la delincuencia organizada y agentes de fuerzas de seguridad, tras el cual resultaron heridos un par de policías estatales quienes tuvieron que ser trasladados a un nosocomio para recibir atención médica. Asimismo, se reportaron bajas por parte de los agresores.

Los hechos ocurrieron en la tarde del martes 21 de febrero en el municipio de Urique-donde se ha reportado la presencia del Cártel de Sinaloa-, mientras elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado realizaban recorridos de vigilancia en la zona.

Sin embargo, cuando se encontraban en la localidad conocida como La Mesa de Arturo, fueron agredidos por tres sujetos armados quienes al notar la presencia de las autoridades, abrieron fuego contra los policías. Fue así como se inició un intercambio de balas, pues los oficiales también activaron sus armas para repeler el ataque.

Lo anterior dejó un saldo de dos oficiales heridos, mismos que lograron abatir a tres presuntos sicarios, confirmó la Fiscalía de Chihuahua. Al lugar del incidente se trasladó personal del Ministerio Público y Servicios Periciales para iniciar con las indagatorias correspondientes, mientras más miembros de la policía estatal acudieron en apoyo. Hasta el momento no se ha identificado a las víctimas mortales ni se reportaron personas detenidas.

Se reportó que los oficiales que resultaron heridos tras el enfrentamiento fueron trasladados a la localidad de La Junta, ubicada en el municipio de Guerrero, mismos que fueron identificados como Óscar Alberto y Jorge M., quienes presentaron lesiones por impactos de bala en las piernas, de acuerdo con medios locales.

Aunque no se dio a conocer la célula criminal de la que formaban parte los sicarios abatidos, cabe precisar que la zona de La Mesa de Arturo se encuentra a menos de media hora de distancia de la comunidad de Cerocahui, también en el municipio de Urique, donde se ha detectado la presencia del Cártel de Sinaloa.

Según informes de inteligencia, en dicho lugar solía operar José Noriel, alias El Chueco, considerado como el líder del grupo delicitivo Gente Nueva (identificado como el brazo armado del Cártel de Sinaloa en Chihuahua). Este sujeto fue el responsable del asesinato de cuatro personas -incluidos dos sacerdotes jesuitas y un guía de turismo- en junio del año pasado.

El mismo día en que se registró el enfrentamiento en La Mesa de Arturo, el secretario de Seguridad Pública Estatal, Gilberto Loya Chávez, no descartó la posibilidad de que El Chueco siguiera en Chihuahua. Ante medios de comunicación locales, el funcionario aseguró que las investigaciones en torno a Javier Campos y Joaquín Mora -los sacerdotes asesinados- siguen vigentes, por lo que hizo un llamado a la ciudadanía de reportar cualquier tipo de información que pudiera llevar a su paradero.