Y está consciente de que un político debe buscar su retiro cuando comienza a fluir en un ambiente de corrupción
Chihuahua.- La diputada más joven en la historia de la legislatura local, Jael Argüelles, está consciente de que cualquier activista y liderazgo social puede llegar a convertirse en un cerdo, desde un ángulo Orwelliano, y que está consciente de que un político debe buscar su retiro cuando comienza a fluir en un ambiente de corrupción.
Médica cirujana de profesión, a sus 25 años ocupa la curul correspondiente al Distrito VI de Ciudad Juárez y realiza su pasantía médica luego de concluir su año de servicio social; inició sus actividades políticas a los 14 años en las bases juveniles del Partido del Trabajo (PT), fuerza política que abandonó a finales de agosto para unirse a Morena.
Hija de Joel Argüelles, fundador del Comité de Defensa Popular (CDP) que originó al Partido del Trabajo, narró que su padre aprovechó la ocupación de terrenos para crear escuelas en zonas de altos índices de pobreza, como la Salvador Allende y José Martí, hasta que terminó como director de la Secundaria Federal 12 en la frontera. Resaltó que siempre ha guardado bajo perfil, atiende sus problemas de salud en el Issste y nunca se convirtió en un cacique político como muchos de sus compañeros militantes. El Diario: ¿Llevas de abril hasta octubre como diputada, cuál es tu visión actual de la política?
Jael Argüelles: En la política hay muchos intereses, hay personas que están aquí sólo para amasar más poder, más dinero y se van haciendo pequeñas mafias y lo malo es que no son mafias a través de un trabajo propio, sino mafias que llevan parasitando del erario público durante décadas, esa es la parte más decepcionante de la política y yo quiero retirarme a tiempo antes de caer en eso.
Hay una parte de la obra ‘Rebelión en la Granja de George Orwell’, en donde los animales intercambiaban la mirada entre el cerdo y el hombre y ya no sabían distinguir entre uno y otro, y entonces, cuando eres un luchador social y desafías muchos intereses y llegas al poder, también te puede convertir en un cerdo.
ED: Eres una representante popular con experiencia real y activa dentro del sector salud, según tu criterio y tomando en cuenta las aportaciones de los trabajadores y las inversiones del Gobierno ¿Tenemos los mexicanos los sistemas de salud que merecemos?
JA: No, no creo que sea el que merecemos, creo que estamos yendo hacia un buen lugar pero todavía hace falta mucho. Una de mis dudas es el manejo de instituciones como el Ichisal, incluso subí una iniciativa para que el Ichisal dejara de cobrar a la población abierta, pero siguen cobrando ¿Esos ingresos a dónde se van? Porque yo te puedo decir que ni les están aumentando el salario a los trabajadores, no hay un mayor abasto de medicamentos porque faltan hasta antibióticos, falta infraestructura ni estás capacitando al personal, y entonces: ¿A dónde se va todo ese dinero que tú obtienes de la población abierta porque no estás mejorando ni la calidad ni la cantidad de tus servicios.
ED: ¿Los diputados que legislan sobre temas de salud están a la altura para construir las políticas públicas que necesita la población?
JA: No, se pierden en vicios institucionales y comodidad, por ejemplo: el diputado Omar Bazán presentó una iniciativa bastante acertada en la Comisión de Salud acerca de cómo se debía de integrar la hemodiálisis y la diálisis a la cobertura de los sistemas de salud, y lo que hicieron fue simplemente decir: ‘¡Ah! Vamos a mandarlo a otra comisión de presupuesto’, es decir, pateando el bote, jugando con estratagemas políticos, mientras otra voz propuso mandar un exhorto, cuando los exhortos no sirven de nada.
ED: ¿Recomendarías a los jóvenes militar, participar en política?
JA: Me han querido imponer la visión de que los jóvenes no somos capaces, esa es la lección que me han querido dar, es una lección que no acepto y que todos los días me levanto con la intención de desafiar, porque me gusta demostrarles que no tienen la razón, o sea, han permanecido años enquistados en algún cargo público pero no necesariamente les da experiencia, ni habilidad ni capacidad, a lo mejor talento para mentir, omitir, desviar… y eso es lo interesante de que entremos perfiles nuevos, que todavía no estamos tan amañados. A mí desde la tribuna muchas veces han querido ponerme, según esto, en mi lugar, pero yo vine aquí a proponer pero también a hacerlos sentir incómodos.
Algo que pasó con mi transición a Morena, es que yo más que entrar a un partido político, entre a un movimiento, a una estructura y a un equipo de trabajo que está lleno de jóvenes que ha estado aquí en Juárez desde que se formó el partido y no han parado nunca de trabajar y en algún momento encabezarán el relevo generacional.
ED: En tribuna alguna vez comentaste que sólo venías de paso ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
JA: Yo dije que venía de paso en el sentido de que estoy aquí mientras me permitan estarlo. Siempre he considerado que se debe priorizar la parte ideológica del movimiento, que no sean sólo mis intereses particulares sino de las personas a quienes representamos. Creo que el movimiento de Morena aunque hayan llegado mucho arribistas, en su parte nuclear sigue conservando sus prioridades ideológicas. Alguien dijo hace poco que yo nomás estaba de paso, pero imagínate, cómo no me voy a sentir orgullosa en ese caso de estar de paso y no voy a vivir 30 años del poder político regocijándome de los impuestos de los ciudadanos, esa parte es importante, porque estoy para servir hasta donde me lo permitan sin tener que negociar alguna decisión por favores políticos o por beneficio económico.
ED: ¿Si tuviera que decidir entre continuar tu carrera política o trabajar en alguna institución hospitalaria, hacia dónde se inclinaría tu balanza?
JA: Me inclinaría por la institución hospitalaria porque fue lo que yo estudié siete años, quieras o no estar en una posición política, cuando no fue lo que se te enseñó, te llena un poquito de frustración y he tratado de catalizar esta situación para poder trabajar y exigir, pero quién sabe hasta dónde pueda, afortunadamente tengo una carrera y no necesito un cargo público para aportar a la sociedad, y yo feliz de estar donde me pongan, mientras pueda servir a la sociedad.
Venimos de políticos mediocres, terribles, pero entre más demandemos, exijamos y demostremos que no nos vamos a quedar callados, vamos a transitar al México que queremos. No es sólo trabajar en lo individual sino en lo colectivo.
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