A un mes del inicio de la gestión de Javier Corral, los pasivos del estado ascienden a 55 mil millones de pesos, de los que 48 mil 213 millones están registrados en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y 7 mil millones más son pagos pendientes a proveedores.
Como consecuencia de la corrupción que hubo durante el gobierno de César Duarte, se generó un alto endeudamiento y el compromiso de los ingresos futuros hasta 2044, colocando a Chihuahua en una situación crítica y de emergencia financiera; reflejando una limitada capacidad de operación del nuevo gobierno de Javier Corral, que se reflejó en desabasto de medicinas en hospitales públicos, vehículos de seguridad pública sin gasolina y sin mantenimiento, suspensión de obras y proyectos, así como la falta de aportación a programas federales ya convenidos.
Las acciones emprendidas en el gobierno de Duarte para desviar los recursos a su bolsillo son: pagos de asesorías por un monto de 512 millones de pesos, gasto de 2 mil 736 millones de pesos a publicaciones durante cuatro años, más de 40 viajes en helicóptero, lo cual representó el uso indebido de un bien público.
El nuevo gobierno recibió una caja con un saldo de 294 millones de pesos, de los cuales solo se podía disponer de 21 millones debido a que el resto estaban comprometidos para los municipios.
Para hacer frente a la situación económica del estado, se debe buscar la reestructuración de la deuda, cuyos intereses ascienden a mil 904 millones de pesos, a través de mejoras en la recaudación fiscal, recortes en el gasto corriente y el congelamiento de las plazas vacantes.
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