Tras el asesinato de sacerdotes jesuitas, se han detenido a 18 integrantes del grupo criminal de ‘El Chueco’.
Escondido en la zona limítrofe entre los estados de Chihuahua y Sinaloa, fue detenido Gilberto Portillo alias “El Shakira”, primo de José Noriel Portillo “El Chueco”, quien el pasado 20 de junio asesinó a dos sacerdotes jesuitas y a otros dos civiles en el poblado de Cerocahui, municipio de Urique.
El arresto se realizó durante el operativo conjunto que implementan en la zona la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional y la Fiscalía de Chihuahua.
Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, informó que “El Shakira”, de 29 años de edad, es uno de los hombres de confianza de “El Chueco”.
Fue localizado en una brecha que conduce del poblado de Tubares, municipio de Urique, a Choix, en Sinaloa y se escondía en un campamento improvisado. El detenido de 29 años, es uno de los principales brazos operativos del cartel de Sinaloa en la zona.
Al momento de su captura le fue asegurado un fusil calibre .223 mm, con su cargador abastecido con 25 cartuchos útiles, así como una bolsa con un número considerable de pastillas de fentanilo.
“El Shakira” fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la República, por su presunta responsabilidad en la portación ilegal de arma de fuego y posesión simple de narcóticos.
El operativo permanente que las autoridades mantienen en el municipio de Urique y sus alrededores, ha arrojado al momento la detención de 18 individuos, miembros del grupo criminal que lidera “El Chueco” en la región.
¿Por qué ‘El Chueco’ asesinó a los dos jesuitas?
La Fiscalía General de Chihuahua ofreció información reciente sobre el asesinato de dos curas jesuitas en el pueblo de Cerocahui, en el municipio de Urique.
De acuerdo con su versión, el ataque se debió a que auxiliaron al guía de turistas que huía de José ‘N’ alias ‘El Chueco’.
De acuerdo con el reporte, el guía de turistas llamado Pedro Palma fue privado de la libertad el lunes por ‘El Chueco’, y tras conseguir escapar de donde estaba acudió al templo de Cerocahui, donde recibió apoyo de parte de los curas Javier Campos y Joaquín Mora.
“El hombre antes privado de la libertad escapó y llegó policontundido al templo del pueblo, donde fue auxiliado por los religiosos, quienes también fueron privados de la vida y cuyos cuerpos fueron recogidos por el agresor”, señaló la Fiscalía horas después de haber notificado que encontraron los restos de las tres víctimas.
Los cuerpos fueron abandonados a 100 kilómetros del pueblo de Cerocahui, en el municipio de Urique.
FUENTE: El Financiero
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