Algunas madres sufren ausencia de sus hijos desaparecidos. En otros casos, pese a la distancia, los lazos se refuerzan.
Chihuahua.- Para la mayoría de las personas, el 10 de mayo es un día de fiesta, una celebración en la que se reconoce el esfuerzo de aquellas mujeres que dieron a luz y criaron a sus “retoños”. Sin embargo, esto no ocurre para todas las madres, ya que muchas de ellas viven la ausencia y el dolor de tener a sus hijos desaparecidos.
Tal es el caso de Karla Ivonne Estrada Meza, quien es madre de cuatro hijos y quien en el 2017, perdió a Luis (el más grande de todos).
“Él iba a cumplir 18 cuando desapareció, aún era menor de edad. La última vez que se le vio fue en una plaza de aquí de la ciudad de Jiménez. Fue un domingo 12 de noviembre, lo recuerdo bien, él salió con sus amigos y me dijo que iría con Kevin otro de los niños que también desapareció”, externó Karla.
Lo último que ella supo, es que un hombre mayor los invitó a pepenar nuez, ya que los meses de noviembre y diciembre era la época en donde se da más esta fruta.
“Por aquí hay muchos ranchos y las nueces se quedan en la orilla, ellos creyeron que les iban a pagar y que los traerían de regreso a donde mismo pero eso jamás pasó”.
Conforme fueron pasando las horas de ese “fatal domingo”, Karla comenzó a sentir un vacío, ella sabía que su hijo no llevaba carga en el celular; pero en el fondo de su ser ella sentía una preocupación.
“Luis había hecho tarea desde temprano y casi no traía batería en su teléfono, le marque muchas veces pero me mandaba a buzón, quise no preocuparme pero yo sentía algo extraño. Esa misma noche llamé a la policía para preguntar si no había algún reporte a nombre de él o algo pero no, así es que muy temprano acudí a denunciarlo y ahí me topé a las otras mamás”, cuenta Karla.
De acuerdo con el testimonio de esta mujer, las autoridades se comportaron de una forma insensible.
“Nos decían: si andan trabajando volverán, seguro andan por ahí si encontramos algo les avisamos. Lo único que hicieron fue tomarnos la prueba de ADN y ya, por eso, nosotras nos tendimos a buscar a los alrededores. Lo busqué en los lugares en los que creía que podría estar, en los ranchos nogaleros estuve así toda una semana pero no corrí con suerte”.
Karla e incluso se fue hasta Camargo, pegó cartelones hizo de todo para intentar dar con el paradero de su hijo pero hasta este día, ella no ha obtenido éxito.
“Me fui hasta la vecina ciudad de Camargo y créame que allá me atendieron mejor; se mostraron más compasivos conmigo que en mi propia ciudad”.
Al cuestionarle a esta mujer como recuerda a Luis ella refirió que considera que él es un buen niño, como un joven trabajador y que aunque hubiese sido todo lo contrario él seguiría en el mismo lugar de su corazón.
“Yo lo siento como si hubiera pasado ayer, de hecho mis hijos y yo lo mencionamos casi a diario por cualquier cosa, siempre sentimos que está aquí”.
En la actualidad, Luis tendría 23 años y en diciembre cumpliría los 24.
“Él iba al Cbtis por la tarde y en la mañana trabajaba era un buen muchacho”, reiteró Ivonne Estrada.
Ante la falta de atención por parte de las autoridades, ella conoció al Centro de Derechos de las Mujeres y ahí formó su otra familia.
“Las otras madres de desaparecidos se convirtieron en mi familia, ellas entienden perfectamente todo porque vivimos exactamente lo mismo. Cuando esto ocurre pierdes apoyo de todos de los que eran tus amigos y hasta de tu propia familia”.
En momentos de desesperación, Karla piensa que él está con su familia en Chihuahua y que no está pasando por esa situación.
“A veces para sobrellevar todo pienso que está lejos pero que está bien; que ya tiene una familia y que nada de esto es real”.
SIN FESTEJO
En lo que respecta a los festejos por esta fecha, la víctima externó que ella prefiere no hacerlo.
“Tan sencillo como no festejar. Mis hijos saben que me pueden demostrar amor cualquier día menos ese porque me duele, me duele tanto esa fecha y me duele como es que las cifras han ido aumentando en vez de disminuir”.
Karla aprovechó el espacio para enviarles un mensaje a aquellas madres que recién están pasando por un proceso como el suyo.
“Nosotras sabemos que las autoridades no nos escuchan, pero no dejen de buscar a sus seres queridos porque juntas podemos hacer más, unidas tenemos más fuerza y también hago un llamado a la sociedad porque a veces no tienen empatía y de verdad, de verdad, esto es algo que no se lo deseo a nadie”.
Al final, Karla Ivonne emitió entre lágrimas unas palabras para su hijo.
“Siempre puse lo mejor de mí y donde quiera que esté sólo quiero que sea feliz. Lo amo con todo mi corazón”.
“MI MADRE NOS HA HECHO MUCHA FALTA”
Vania Odeth Hernández Alarcón de 19 años perdió a su madre la señora Pamela Leticia Portillo Hernández, quien el próximo 25 de junio cumple 13 años desaparecida.
Ella tenía alrededor de seis años la última vez que vio a su mamá y según lo que recuerda, desde ese momento, las autoridades fueron poco empáticas con ella y con su hermana quien en aquel entonces tenía tres años.
“Yo recuerdo que nos hacían comentarios de que ella se había ido con su novio, que pronto volvería y la verdad es que desde entonces no se han hecho grandes investigaciones”, externó Vania.
El vivir con la incertidumbre de no saber en dónde está su mamá ha sido de las cosas más difíciles para ella.
“Fue muy complicado el ver que mis compañeritos y mis amigos tenían a su mamá presente y yo no era muy difícil para nosotra, algunas personas nos huían y nos hacían sentir diferentes”, recordó esta joven.
La última vez que vieron a Pamela fue al sur de la ciudad, justo en la J.J. Calvo y Pacheco, había salido a una fiesta y ya no pudo regresar. Entre las memorias más bonitas que ella tiene en su mente, está el último viaje que hizo a la playa con su mamá y su hermanita.
“Me gustaría decirle a mi mamá que no he dejado de buscarla; que la quiero mucho y que siempre está en mi mente y en mi corazón”.
PESE A LA DISTANCIA, LOS LAZOS SE REFUERZAN
Génesis Izchel Flores Jaramillo, originaria de Jiménez, tuvo que dejar a Mateo, (su hijo de cuatro años), para terminar su carrera universitaria e intentar darle una mejor calidad de vida a su pequeño, sin embargo, pese a esto, el amor siempre ha estado latente y tienen una relación cercana.
“Al principio fue difícil porque estuve allá en su primer año y después tuve que regresar a la capital para concluir mis estudios, yo estudié la licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Chihuahua; pese a estar lejos, yo hablaba con mi hijo todos los días, le preguntaba cómo estaba y cuando ya creció un poco más, le llamaba para ver cómo le iba en el kínder”, recordó Génesis.
Además de las llamadas constantes, ella lo visitaba por lo menos cada quince días y también le enviaba dinero para su comida, sus juguetes y lo que él necesitara. Actualmente, ella emigró a Estados Unidos y está con los trámites de mudanza de su hijo.
“Ya estoy en eso, me he esforzado mucho y sé que pronto estaremos juntos de nueva cuenta, de todas maneras, seguimos en comunicación constante; por ejemplo, ayer me mostró vía virtual un dibujo que hizo para mí y bueno, Mateo es lo más importante para mí”, externó Izchel.
Al cuestionarle que le diría a su hijo, ella refirió que es lo más importante en su vida y que siempre querrá lo mejor para que él esté bien y tenga una buena calidad de vida.
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