En esta tercera entrega, recordando aquel 15 de enero de 1972 en la ciudad de Chihuahua, donde un grupo de jóvenes militantes de un grupo denominado como “Los Guajiros”, guerrilla urbana integrada por varios jóvenes y liderada por Diego Lucero Martínez con la “Operación Madera” que buscaban “expropiar” (robar) tres bancos, encabezados por los comandos “Oscar González”, “Arturo Gámiz” y “Carlos Armendáris”, estos tres líderes caídos que años atrás habían encabezado el “Asalto al Cuartel de Madera” el 23 de septiembre de 1965, acontecimiento que provocaría algunas muertes.
Algunas notas periodísticas revelarían más adelante, los nombres de los integrantes del grupo denominado “Los Guajiros”, que había perpetrado los tres asaltos, entre los que se contaban: Diego Lucero Martínez, “Raúl Díaz”; Héctor Lucero Martínez; Avelina Gallegos Gallegos, “Natalia”; Francisco Javier Pizarro Chávez, “Alejandro”; Marco Antonio Pizarro Chávez, Pablo Martínez Pérez, “Federico”; Óscar Montes López, “Tomás”; Gilberto Montaño León, “Chicano”; Mario Holguín Robles, “Javier”; Marco Antonio Rascón Córdova, “José”; Froylán Rascón Córdova, “Nazario Luján/Óscar”; Rosendo Francisco Muñoz Colomo, “Flavio”; Ramiro Díaz Ávalos, “Ramón”; profesor Adolfo Anchondo Salazar, Mario Terrazas y María Dolores Luna López. De los anteriores, había nueve estudiantes de preparatoria y universidad: Héctor Lucero, Marco Rascón y Francisco Pizarro, que estudiaban en la Preparatoria de la UACh; Avelina Gallegos y Rosendo Muñoz, eran de Derecho en la Universidad de Chihuahua; Marco Pizarro, Mario Holguín y Mario Terrazas estudiaban Medicina y el propio Diego Lucero.
Las investigaciones empezaron a ser más agresivas, un número no determinado de empleados bancarios y clientes fueron llamados por órdenes expresas del entonces Procurador del estado el licenciado Antonio Quezada Fornelli, para que rindieran sus declaraciones en relación a los tres atracos, coincidiendo que el número de asaltantes eran cuatro en cada uno, pero los de la Sucursal Chuvíscar no corrieron con la misma suerte. A su vez, los directivos del banco recibían de manos del mismo procurador el botín recuperado, siendo testigos de este suceso un sin número de personas de los diferentes medios de comunicación. Lo recuperado 304 mil 795 pesos de un total robado de 514 mil pesos. De lo anterior, 209 mil 105 pesos, fueron del Banco Comercial Mexicano, el restante del Banco de Comercio de Chihuahua (95, 690 pesos). Otros testigos, manifestaron que uno de los asaltantes al ponerlos manos arriba, juntaban en una bolsa de plástico de colores varios “fajos de billetes”
Uno de los jóvenes asaltantes, no correría con la misma suerte, pues con algunos balazos encima, la noticia confirmaba su fallecimiento a las cinco de la tarde, según los partes noticiosos; además, se confirmaba que la joven muerta en la balacera, compañera de un tal “Oscar”, se trataba de Avelina Gallegos Gallegos de 25 años, quien fuera estudiante del quinto año de la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Chihuahua, un camino truncado de una estudiante que pronto llegaría al fin de su carrera, recibiendo un disparo en la frente, por su error al participar en estos lamentables hechos. Además, se confirmaría que el asalto perpetrado a la sucursal del Banco Comercial del Chuvíscar, sería el más violento, ya que una patrulla de militares que pasaba por el lugar cuando se suscitó el asalto intervino de inmediato, estando al mando del sub-teniente de apellidos Espino García y sus acompañantes Fernando Díaz Ponce e Ignacio Martínez, fue así que, al filo de las 9:05 am, los soldados habían llegado a la sucursal y uno de ellos se percataría que las gentes en el interior tenían las manos arriba. El “sub”, invitó a los asaltantes a rendirse y en respuesta, recibieron una lluvia de plomo, entre los que estaba el “Comando Carlos David Armendáriz Ponce” con Avelina Gallegos, Óscar Montes y Pablo Martínez y otro más entraron enmascarados y con los rifles desenfundados; Ramiro Díaz, los esperaba afuera en un vehículo listo para huir con el botín; sin embargo, después de los asaltos, el Inspector General de Policía, Ambrosio Gutiérrez, hacía alarde de su poder, movilizando policías auxiliares, municipales y tránsitos para bloquear las salidas de la ciudad, o sea como decir “sellarla”, haciendo además recorridos por aire y no precisamente en el “Halcón 1”.
Las fuerzas policiales y militares estaban ubicadas en la zona norte y sur, Diego Lucero sugirió que en la zona centro donde estaba el banco Chuvíscar, el comando “Carlos Armendáriz” integrado por cuatro militantes, entre ellos una mujer (Avelina) a la que se le encomendó que no entrara al banco, sino que lo vigilara, lo cual le costó la vida, ya que fue sorprendida por una patrulla militar ubicada en un auto disfrazados de civiles, los cuales bajaron y dispararon a diestra y siniestra en la puerta y ventanas del banco, asesinaron a Avelina que valientemente los enfrentó e hirieron de gravedad a Oscar y Chelis que ingresaron a la caja del banco. Oscar falleció y Chelis sería trasladado al Hospital militar.
Sólo pasarían 24 horas para que las investigaciones empezaran a rendir frutos, pues en manos de la policía caían los primeros cuatro presuntos y las declaraciones que surgieron a partir de los hechos, así lo anunciaba el gobernador Oscar Flores Sánchez, recalcando que “Sentía que gentes extrañas habían arrastrado a una aventura equivocada a jóvenes inexpertos de Chihuahua a cometer los ilícitos”; decía además que podrían ser gente del sur, de allá por la ciudad de México. Finalmente, las autoridades daban oficialmente su parte, ¡fueron 7 muchachos de Chihuahua! y otros tantos de fuera del Estado que, inspirados en la creación de guerrillas urbanas, las que en ese momento se estaban formando en todo el país, inspiradas en los hechos estudiantiles de 1968 que años más tarde, formarían la famosa “Liga 23 de septiembre”, movimiento inspirado a partir de la toma del cuartel militar en Madera en 1965 por una guerrilla armada.
El asalto a los bancos, un hecho donde muchachos de Chihuahua, tres habían sido capturados, una muerta (Avelina). De los foráneos, un herido (Pablo Martínez) y otro muerto (Oscar Montes). La relación de los asaltantes proporcionada por la policía a los medios de comunicación, fueron: al asalto de la Sucursal “Chuvíscar”: Avelina Gallegos Gallegos, alias la “Natacha” (muerta); Oscar Montes López (muerto); Pablo Martínez Pérez, alias “Federico” (fue herido) y finalmente uno de nombre Ramón. En el banco Sucursal Futurama, estaban: Javier Pizarro Gallegos, alias “Alejandro”; un tal Gaspar de alias “Javier; Mario Holguín, Rosendo Muñoz Colomo, alias “Flavio” (estudiante) y Tomás. En la Sucursal Reloj, fueron: Marco Antonio Rascón (estudiante); Raúl Díaz; Marco Antonio Pizarro, Mario Terrazas, alias “El Bernabé” y Héctor, alias “Baltasar.
En el caso del comando “Arturo Gámiz” que le correspondió actuar en la zona norte que contaba con cinco militantes, los cuales irrumpieron el Banco ubicado a un lado de la fuente de Francisco Villa y la Casa de Gobierno (hoy Cidech o Casa de los Laureles), custodiada por policías rurales, los cuales, sin disparo alguno, recaudaron 311 mil pesos de la caja fuerte; en el caso del comando “Oscar González”, asignado para desarrollar su acción en la zona sur de la ciudad de Chihuahua, integrado por cinco militantes, no tuvo enfrentamiento alguno en la institución bancaria, aún y cuando en esa zona del Reloj tradicional de la Av. Ocampo, estaban integrados guardias de la Penitenciaria del Estado, de la Policía Judicial, y el Ejército y muy cercana a la Procuraduría del Estado. Por último, Pizarro Chávez en frente de sus “verdugos”, confesaría que había planeado asaltar varios bancos en el Estado, perteneciente al grupo de izquierda los llamados “Guajiros”, Pizarro Chávez se puso en contacto con otra persona, con el fin de fortalecer el “gran golpe”, el contacto, una persona de nombre Raúl Díaz que más tarde se revelaría su verdadera identidad. Se trataba de Diego Lucero que desafortunadamente había caído por las balas de los agentes judiciales (según la versión oficial, pero la verdad no se sabía de su paradero); Diego Lucero, conocido más comúnmente por la colonia que lleva su nombre, era un ingeniero de Chihuahua, sin embargo, durante algún tiempo había vivido en la ciudad de México….Esta crónica continuará.
El contenido de esta crónica es con fines de investigación, sin ánimo de lucro, por lo que no viola derechos de propiedad intelectual ni derechos conexos. “Chihuahua se Estremeció hace 50 años: 15 de enero de 1972, forma parte de los Archivos Perdidos de las Crónicas de mis Recuerdos. Si desea la colección de libros “Los Archivos Perdidos de las Crónicas Urbanas de Chihuahua”, tomos del I al XII adquiéralos en Librería Kosmos (Josué Neri Santos No. 111) y Bodega de Libros. Si usted está interesado en los libros, mande un whatsaap al 614 148 85 03 y con gusto le brindamos información.
Fuentes de Investigación:
*Hemeroteca de la Biblioteca Miguel de Cervantes.
*Periódico Norte de Chihuahua (1972)
*Periódico El Bravo de Matamoros (1972).
*Libro “Sueños Guajiros” (2022), Diego Lucero Estrada.
*Libro México Armado (1943-1981), Laura Castellanos.
violioscar@gmail.com
FUENTE: El Diario de Chihuahua
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