Tala clandestina, narcotráfico, explotación y alcoholismo diezman a etnias de Chihuahua

En los últimos 40 años, las etnias en Chihuahua están siendo diezmadas por la tala ilegal, despojo de sus tierras por megaproyectos turísticos, narcotráfico y el alcoholismo

Las autoridades no han atendido esta problemática, lo que ha dejado una estela de muerte y violencia, en contra de activistas defensores de sus derechos universales. Foto: Carlos Coria

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La organización Civil Consultoría Técnica Comunitaria (CONTEC), dio a conocer un estudio donde se muestra que, en los últimos 40 años, las etnias en Chihuahua están siendo diezmadas por la tala ilegal, despojo de sus tierras por megaproyectos turísticos, narcotráfico y el alcoholismo.

El documento reveló que la gravedad de estos problemas no ha sido atendida por las autoridades, lo que ha dejado una estela de muerte y violencia, en contra de activistas defensores de sus derechos universales, pero también de adicciones en hombres, mujeres y niños.

La investigación sobre uno de estos puntos, el alcoholismo, develó que en poblados como Baborigame, en el municipio de Guadalupe y Calvo, la venta de alcohol sin vigilancia alguna por parte de las autoridades, “es otra realidad que les lastima. Los niños a la edad de 8 y 10 años tienen acceso sin problema a estas bebidas”.

Indicaron que, en las leyes locales, no existe sanción para la venta ilegal de alcohol, y que los inspectores de gobernación no llegan a esas zonas.

En Chihuahua no está regulada la venta clandestina de alcohol ni el tipo de bebidas que se expenden, por lo que las bebidas altamente adictivas como el alcohol de 90 grados, es lo que más se comercia, ya sea vendiéndolo a bajo precio, o intercambiando por sus artesanías y alimentos.

Indicaron que, por ejemplo, CONTEC ha insistido en llevar ante las autoridades locales “una permanente denuncia por parte de los integrantes de las comunidades Rarámuri y Ódami, que no saben cómo enfrentar este problema”, situación que es abordada en todas sus reuniones comunitarias.

Advirtieron que, por la facilidad para acceder a todo tipo de bebidas alcohólicas, los niños han desarrollado fuertemente la adicción al alcohol, “los beneficiarios son muchos, pero no los miembros de las comunidades”.

Añadieron que en años anteriores fue planteada a las autoridades estatales la necesidad de enviar al Congreso una iniciativa para regular esta situación, sin embargo, lamentaron el desinterés de los legisladores, “no se ha realizado absolutamente nada”.

Reconocieron que ellos tienen cerca de 20 años acompañando a la población vulnerada de los pueblos Ódami y Rarámuri, y que han visto que la Sierra Tarahumara constituye un lugar de bellos paisajes, es la casa común de los pueblos originarios, que, a pesar de la cultura mestiza, conservan sus saberes y costumbres ancestrales, en las que se encuentra su sentido de identidad y comunidad, pero que todo esto está siendo socavado por los problemas señalados.

Fuente: Excélsior