Una “ciudad fantasma”, es como se describió a Chihuahua ante las medidas del gobierno del estado que si bien son para hacer frente a la pandemia de coronavirus o COVID-19, a otro sector de los habitantes les afectó el vacío de sus calles al no continuar con sus actividades diarias y en pleno inicio del “Buen Fin”, estrategia para reactivar la economía.
Violan la Constitución. Cabe recordar que las medidas coercitivas impuestas por algunos mandatarios estatales y alcaldes son inconstitucionales, ya que violan la libertad de tránsito y son facultad exclusiva del presidente de la república.
¿Por qué importa? De acuerdo con El Sol de México, lugares que generalmente se encuentran llenos como la Plaza de Armas, calle Libertad, Ojinaga y Victoria, en las inmediaciones del Centro Histórico se quedaron sin visitantes; incluso los supermercados bajaron sus puertas, y los que decidieron abrir “de manera clandestina” fueron clausurados por las llamadas células COVID-19, quienes se encargan de vigilar que se atiendan medidas como uso de cubrebocas y traslado de dos personas por vehículo, quienes deban salir de su casa.
¿Qué se dijo? En ese sentido, unos jóvenes explicaron que prefirieron abordar un Uber y aprovechar el viaje para trasladarse con una sola tarifa, pues según explicaron, no han tenido ingresos suficientes en los últimos meses.
En contraste: Días antes los supermercados registraron largas filas de personas que optaron por acudir a hacer compras para evitar antes de la aplicación de medidas y que los horarios en centros comerciales.
FUENTE: Político Mx
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