Pese a señalamientos de la Conagua a Chihuahua, un estudio de la propia dependencia en 2011 reconoce las causas de la disminución de aportaciones al Tratado con Estados Unidos
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) acusó a Chihuahua de bajar su aportación de agua para el pago del tratado con Estados Unidos, de un 54 al 38 por ciento, sin embargo, un estudio realizado por la misma dependencia en el 2011 y publicado en el Periódico Oficial de la Federación, detalla las causas de la disminución en las que destacan las sequías en tres periodos críticos: la falta de nevadas en las zonas altas, así como la reducción de ciclones importantes en el Pacífico y Golfo de México desde 1994, que favorecían los escurrimientos.
El 18 de mayo 2011, siendo director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo, se reveló el resultado de los estudios técnicos de la Región Hidrológica número 24 Bravo-Conchos.
En dicho documento de 39 páginas detallan que la Región Hidrológica número 24 Bravo-Conchos, se localiza al norte del país en la parte central de América del Norte, su cauce principal y la frontera entre los Estados Unidos y México, es el río Bravo, mismo que comprende desde las ciudades de El Paso, Texas y Ciudad Juárez, Chihuahua, hasta su desembocadura en el Golfo de México.
En la Región Hidrológica están comprendidas partes de las entidades mexicanas de Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León y Tamaulipas; tiene una superficie de escurrimiento de 226,275 kilómetros cuadrados.
El estudio reconoce que las cuencas que integran el río Conchos (nace al suroeste del estado de Chihuahua), forman el área de aportación más grande de las corrientes mexicanas que descargan al río Bravo y tiene una superficie de escurrimiento de 65,770 kilómetros cuadrados, que representa el 29 por ciento de la Región Hidrológica.
Pero ha sido en esta cuenca donde más afectaciones ha dejado la sequía, remarca el documento. Por ejemplo, señala que en Distrito de Riego 005 existían 79,555 hectáreas de riego de las cuales a partir de 1995 fueron regadas únicamente 11,187 hectáreas y logró recuperarse para el 2001 a 25,158 hectáreas. En el Distrito de Riego 009 del Valle de Juárez de 20,816 hectáreas regables en 1995 fueron 17,742 hectáreas y para el 2001 tenían registro de 10,380 y en el Distrito 090 del Bajo Río Conchos de 10,715 hectáreas, bajó a 5,513 en 1995 y 5,362 para el 2001.
El informe destaca que a partir de 1994 los escurrimientos de los seis tributarios para el pago del agua empezaron a reducirse. Cita que de 1940 a 1991 había un escurrimiento anual promedio de 1,508 hm3, pero justo en 1994 comenzó la crisis por la falta de lluvias al descender los escurrimientos a los 499 hm3 en promedio por año.
Aunado a la falta de lluvias, también resalta la disminución de nevadas en la parte alta de las cuencas del Río Conchos que aunque no existen registros de la frecuencia y del espesor de la capa de nieve, es factor determinante para la generación de los escurrimientos en esas cuencas. En los últimos 10 años, la presencia de nevadas ha sido nula lo que ha coadyuvado a la disminución altamente significativa en los escurrimientos generados en la región, remarca el documento.
Advierte el estudio que las sequías producen efectos sociales importantes, pues generan desempleo y migraciones, llegando a provocar diferencias entre los usuarios del agua, abandono de las tierras y competencia entre el abastecimiento para consumo humano, la agricultura y la ganadería.
Algo que también resalta es que la evaporación en cuerpos de agua es la segunda más alta del país, representando cerca del 48 por ciento de la demanda de aguas subterráneas de la región.
Como conclusión afirma que la Región Hidrológica número 24 Bravo-Conchos muestra evidencias de deterioro de la calidad del agua, desequilibrio hidrológico y sobreexplotación. Desataca como urgente la instrumentación de un reglamento para el uso, aprovechamiento y distribución para las aguas nacionales superficiales, considerando diferentes escenarios de precipitación y escurrimiento, pero dicha reglamentación debe ser desarrollada con la participación de los gobiernos de los estados y municipios, los usuarios del agua y la sociedad organizada, conjuntamente con el Gobierno Federal en el seno del Consejo de Cuenca Río Bravo.
FUENTE: El Sol de México
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